Yo? escribiendo?

UN CUENTITO DE LA SELVA

El leoncito y la gaselita I: Una noche en la selva

Una noche fría en una selva muy particular donde habitan raras especies entre ellas una raza de felino que se llaman "gato de parque", pero esta historia no trata sobre este particular animal, sino sobre cuatro gaselitas que decidieron ir a beber un rato ahi, allí había un gran lago con patos. Tres de las gaselas eran grandes, ellas comian hierbas mientras la cuarta gasela, quien había ido por primera vez por esos lugares quedo fascinada con la vida nocturna de la selva, y prefería disfrutar del aire fresco de la noche. Pero todo lo que la había sorprendido no se comparaba con lo que le sucedería a esta joven gaselita. Entre las sombras apareció un león, un león joven de pelaje fuerte, de mirada intensa y fija, que se acercaba lentamente pero sin dudar a las cuatro gaselas. Solo la joven gasela lo pudo ver, pensó: Ay no! ¿Me querrá comer?, la joven gaselita se puso nerviosa, pero aquí es donde los misterios de la naturaleza sorprende, las otras tres gaselitas lo conocían, ellas dijeron: ¡Es Chongui, el león!. La joven gaselita no entendía, es que este particular leonsito no le gusta matar gaselas sino al contrario le gusta hacerse amigo de ellas. Las tres grandes gaselas lo recibieron bien, y el leoncito se unió a ellas. Entre que conversaban de sus vidas en la pradera y como estaban pasando la noche en la selva, algo que no hacen todos los animales, la mayoria prefiere la tranquilidad de la pradera para dormir, el leoncito se presentó con la gaselita, ella le dijo que se llamaba Milla, en ese momento nada parecía fuera de lo normal pero tampoco era normal, entre la gaselita y el leoncito había algo más. Ellos comenzaron a charlar y descubrieron que venian de los mismos rumbos, algo que ya los vinculaba. Chongui tenía una amiga, una leoncita que se llamaba Solary, ella es su mejor amiga y con ella habían entrado en la selva a beber un poco. La noche trasncurrió tranquila hasta altas horas de la noche, pero nada más pasaría esa noche, todos tomaron rumbos distintos. La selva es más civilizada de lo que pensamos, esa noche un león conversó con una gaselita, desde aquella noche la gaselita nunca más olvidó al joven leoncito...

Continuará.

¿Qué pasará entre el leoncito y la gaselita? ¿Se harán amigos, se la comerá o esta selva extraña nos sorprenderá? No te pierdas la continuación, muy pronto, por este blog